Creo que el maltrato animal es resultado de la ignorancia de las personas. Asumen que son seres inferiores y no los valoran. Muchas personas que abusan de los animales tienen ese comportamiento porque también ellos son maltratados y buscan desquitarse con alguien más. Sin embargo esto no es justificable en ningún escenario.
Como dueño de “gathijos” debo confesar que estoy asqueado por la impunidad que rodea los casos de maltrato animal. Día a día muchos dueños tienen que lidiar con la falta de empatía de las autoridades que minimizan su dolor. Por eso hoy quiero exigir justicia para Pelusa.
Pelusa era una gatita calicó que desapareció de su hogar en la comisaría de Chicxulub en el municipio de Progreso, el viernes 16 de diciembre. Su dueña Yazmín Domínguez, halló sus restos el 22 de diciembre y descubrió que su vecino F.C.M.C, la asesinó y se la comió.
La casa de Yazmín colinda con la de F.C.M.C. Se asomó a su patio y descubrió qué ocurrió con Pelusa. Confirmó que su mascota nunca se fue de casa, él la sustrajo.
“Tuve que hacer unas entregas, en lo cual estuve fuera por un rato, recalcó que mi casa es de 2 pisos y en la parte de arriba se aprecia el terreno de esa persona. La curiosidad me llamaba, al asomarme al patio logré ver una piel extendida en una mesa, acompañado de alimentos”, compartió Yazz en Facebook.
“Entre llanto, desesperación, asco, y shock psicológico, en ese momento hable a los que me acompañaban, y si, lograron confirmar lo que tanto me costaba aceptar y que no quería aceptar, si era la piel de mi gata extendendida, de una manera vil y asquerosa acompañada con lo que mencione previamente”, agregó.
La Unidad Especializada en Delitos de Maltrato del Animal Doméstico con sede en Mérida, contactó a Yazmín. Acordaron llamarla de nuevo para darle seguimiento al caso, pero no lo han hecho.