CELIA CRUZ Y LOS ZAPATOS MÁS ICÓNICOS QUE TUVO EN SU CLOSET

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Al igual que su música, el estilo de Celia Cruz evolucionó durante su larga carrera, reflejando las modas y los momentos sociales de cada época, y sobre todo, manifestando su propia identidad como artista.

En los años cincuenta en Cuba, vemos a Celia la vedette, con ceñidos vestidos al estilo de las estrellas de Hollywood, con tacones altos y el pelo liso. Fue en el Nueva York de los liberales sesenta y setenta que la cantante llevó su pelo al estilo afro. Tal como la música de Fania celebraba los ritmos afrocubanos de raíz, Cruz proclamaba su identidad como mujer negra portando dashikis y estampados africanos.

Más tarde, ya consagrada como “la reina de salsa”, y toda una estrella latina, sus peinados se volvieron más elaborados y rubios. En sus últimos años era de rigor verla con vestidos con forma inspirada en la clásica bata cubana, muchos de estos creados por la diseñadora cubana Irma Peñalver. Celia Cruz también se destacó por sus esculturales zapatos hechos a la medida con tacones de formas geométricas que desafiaban la gravedad.

Cuando Celia Cruz tenía doce años, un turista que quedó encantado con su voz le regaló un par de zapatos. Quién se imaginaría que ahí empezaría a nacer su gusto por los zapatos y la moda. Según algunos historiadores musicales, Celia, en una de sus visitas al Perú, conoció a Don Chachi, un zapatero que confeccionaba unos zapatos llamados makarios.

A Doña Celia le encantaron sus diseños y poco después se los encargó a su zapatero personal, “El Zapatero de los Sueños”, el mexicano Miguel Nieto, quien desde 1960 confeccionó para Celia cientos de zapatos en la Ciudad de México.

En entrevista a ‘Escenarios’, luego de bromear sobre sus particulares gustos relató la historia de su calzado que con el tiempo se hizo parte de su estilo.Su colección de zapatos de plataformas de aire o tacón invertido pudo ascender a 60 pares. “En 1960, en unos de sus viajes a México, caminando por las calles de la ciudad vimos una peletería. Esa tienda se llamaba “Nieto” por su dueño Miguel Nieto«. confesó Celia.

Vi los zapatos y me gustaron. Pero cuando fui a entallarlos no me ajustaban, Entonces le dije al zapatero si podía hacer unos para mi, a lo que accedió. A partir de entonces, él los elaboró según mis requerimiento que era que fueran blancos.

Ella prefería que los zapatos fueran blancos porque así podía aplicar cuantos colores necesitará para combinar con sus atuendos. Desde entonces añadió a su imagen este calzado cuya altura podía alcanzar los 20 o 30 centímetros.

El Sr. Nieto empezó a hacer esos zapatos para ella en los años sesenta”, cuenta Omer Pardillo, manager de la cantante. “Siguió haciendo sus zapatos hasta que él murió, creo que en los años setenta. Celia guardó todos los zapatos diseñados por él. Los teñía para hacer conjunto con un vestido, y después los volvía a teñir para otro vestido – hacía eso como 25 veces con cada par. Eran muy cómodos”.

Celia Cruz shoes

Celia endulzaba sus espectáculos de una forma diferente con el azúcar, misma que saltaba a sus vestimentas. Durante sus últimos meses de vida se presentó de una manera más sobria, como si pretendiera proyectar que su vida había cambiado y que vivía más tranquila. Se mantuvo fiel a su estilo de mujer vivaracha, pues nunca abandonó sus llamativas pelucas y sus makarios.

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