Tras un paréntesis de varios años, Céline Dion regresó triunfalmente a los escenarios en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París. La cantante canadiense cerró el espectáculo de cuatro horas en la terraza de la Torre Eiffel después de que su compañera Lady Gaga diera inicio al espectáculo en la orilla del Sena.
Dion interpretó el ‘Hymne à l’Amour’ de Édith Piaf con un vestido de Alta Costura de Dior, de pie bajo los anillos olímpicos de la Torre Eiffel. Para la ocasión, lució un vestido largo hasta el suelo de georgette de seda blanca, elaborado bajo la dirección de Maria Grazia Chiuri, bordado con lentejuelas y decorado con 500 metros de flecos, ceñido a su cuerpo. Mostrando la elegancia no solo de la casa de modas francesa, sino también del momento y de la intérprete de la cantante canadiense. El vestido fue confeccionado durante más de 1000 horas por los miembros del Atelier.
Dion llevó su cabello peinado hacia atrás en un moño para centrar la atención en su vestido (y en su potente voz) y completó el look con un maquillaje de ojos ahumado y delicados pendientes de diamantes.
Así concluyó la inauguración y comenzaron los Juegos Olímpicos de París 2024. El espectáculo superó las expectativas, destacando por ser un evento en donde la comunidad, integridad, respeto y diversidad se mantuvieron como pilares principales, dando inicio a los siguientes días de competencias deportivas.