Irina Shayk, estuvo, y sin subestimar el sentimiento, brillando durante la Met Gala 2024.
Para la noche más importante de la industria de la moda, la supermodelo rusa deslumbró, literalmente, con un vestido de Swarovski Couture de malla metálica con cristales de la marca austriaca literalmente incrustados. En concreto, 84.000 cristales transparentes, cuya aplicación requirió más de 200 horas de trabajo por parte de 6 artesanos.
Pero Shayk no se limitó al vestido. Eligió hacerlo aún más precioso gracias a una gargantilla y unas pulseras hechas a mano, también de Swarovski.
La exposición del Costume Institute, ‘Sleeping Beauties: Reawakening of Fashion’, se dividió en tres subcategorías: tierra, mar y cielo. La directora creativa de Swarovski, Giovanna Engelbert, se inspiró en el aire para el vestido de Shayk. “La belleza atemporal del color cristalino claro y su calidad luminosa inspiraron una apariencia icónica que refleja perfectamente la esencia delicada pero poderosa del aire” compartió Engelbert a la revista Vogue.