Con el aterrizaje del Festival de Coachella, la ciudad de Indio, al sur de California, se convierte en el centro de reunión de las estrellas. Pocas son las celebs que quieren perderse la cita más trendy del momento, en la que la moda está ganando el pulso al cartel musical. Uno de los rostros conocidos que no se pierde el exclusivo evento californiano es Alessandra Ambrosio, bautizada como la “reina de Coachella” y encargada de adelantar las tendencias que invadirán los escaparates en los próximos meses.
Un año más, y como era de esperar, la brasileña ha plantado su bandera en el desierto de Palm Springs. La supermodelo ha disfrutado del primer día del festival con un vestido lencero de Siedrés, que presenta inserciones de encaje, ribete de volantes y un dobladillo alargado con detalle de cola.
Ambrosio agrego un toque biker con una chaqueta oversize de cuero vegano de Palmer Harding con costuras en la espalda y largos flecos en las mangas, al que acompañó con pantalones cortos vintage de Isabel Marant, y un encantador bolso en forma de corazón de Alaïa.
No obstante, y pese a que respeta el dress code festivalero a rajatabla, la supermodelo ha apostado por renovar su manual. Tanto es así que, fiel a su estilo sexy y atrevido, la brasileña no ha dudado en mostrar sus tonificados abdominales con un chaleco de malla con diamantes bordados de Giuseppe di Morabito, al que acompañó con unos pantalones acampanados de Jean-Paul Gaultier con estampado de mariposas.
Su segundo look fue complementado con un pequeño bolso de Saint Laurent, y una chaqueta de Spell en un espectacular color verde azulado que encarna la esencia extraída de un paisaje onírico de los años 70 y confeccionada para la musa del rock and roll.
El acierto de pantalones cortos y top es infalible, pero puede mejorar con un par de detalles, como las joyas o el cinturón de estilo retro.
Para su último look, Ale confío en un top de Blumarine, al que acompañó con pantalones vaqueros cortos de RE/DONE, y un cárdigan con flecos de Canessa.