“Shipwreck chic” fue una frase que cobró vida el año pasado. Describe el glamour natural de verse azotado por el viento y empapado, una estética que se manifiesta en la pasarela en forma de ropa desgastada y con apariencia mojada. En pocas palabras, es la forma en que uno podría canalizar el look de la princesa Ariel cuando llegó a la orilla del mar con un vestido hecho con una vela y una cuerda en ‘La Sirenita’.
Ahora, Kylie Jenner nos ha presentado otro ejemplo estelar de esta tendencia, mientras asistía al espectáculo de Alta Costura Primavera/Verano 2024 de Jean-Paul Gaultier en el que Simone Rocha fue la diseñadora invitada.
La fundadora de Kylie Cosmetics llegó al recinto parisino con dos códigos distintivos de la marca: transparencias y corsés. Compuesto en su mayoría por tela transparente, el atuendo se forma con un minivestido sin tirantes, que presentaba una superposición aún más transparente hasta el suelo que otorga una caída suave y elegante.
En el proceso, la menor del clan Kardashian-Jenner le dio un giro vanguardista al icónico zapato de Cenicienta mientras lucía plataformas de PVC con un tacón escultural de ilusión óptica y un adorno de perlas en el dedo gordo del pie.